viernes, 6 de marzo de 2009
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Éste es un diario de odio hacia la Ciudad de México, es decir, el más grande cagadero del Universo. Aquí plasmo todas mis frustraciones diarias. Este blog no es para los estúpidos amantes de México. Es para quienes lo odian y quisieran que desapareciera de la faz de la Tierra, no obstante haber nacido (para su desgracia) mexicanos.
3 comentarios:
Sí, es un gran cagadero esto. Terrible.
Hoy, por el estadio azteca, en un semáforo estaba frente a mí un taxista, llegó una Escape y casi le choca al frenar en el rojo había un taxi atrás de la Escape. El primer taxi y la Escape se empezaron a mentar la madre justo después de que le pregunté al segundo para dónde estaba insurgentes y sólo me dijo para dónde y que la Escape le acababa de chocar. La iba siguiendo. Se bajó del coche y le dijo que se bajara para arreglarlo; como ya estaba mentando la madre con el otro, se empezaron a madrear los dos al de la Escape, que venía borracho. Se lo madrearon absolutamente. Un señor, atrás de mí, no podía ver y tocó el claxon para poder avanzar. El primer taxista se enojó y con un palo le cuarteó el parabrisas.
Me quedé atónito, inmutable, mudo, etc. Esperé 10 minutos para poder moverme de donde estaba.
Algo que encontré y me puso a pensar en este blog: «salid de
ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis
parte de sus plagas» (Apocalipsis 18, 4).
Esta cita del Apocalipsis es de lo mejor que he visto en años.
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